A construir y construirnos para ser un aporte real a la liberación de nuestro pueblo...
A educarnos y educar!!
La educación es una de las armas mas eficaces para
crear consciencia de clase, de nuestra clase obrera, construirnos y construir
una mejor sociedad, formándonos día a día no por intereses individuales y
mezquinos, como lo fomenta el capitalismo bárbaro, si no todo lo contrario, para
aportarlos generosamente a los nuestros, en las calles, poblaciones, colegios, empresas,
etc. Copando así todos los espacios proletarios.
Proceso que se desarrolla, sin perder de perspectiva
al otro.
La educación utilizada como herramienta de liberación,
facilita el llegar a prácticas
concretas, ejecutar acciones liberadoras para modificar estas posiciones
fijadas por el poder dominante, las que son inmensamente injustas, una gran
mayoría que sufre, oprimida y violentada que trabaja para sobrevivir y
enriquecer a una minoría privilegiada que goza, domina y gobierna, para
mantener el estatus quo, ósea las cosas tal y como están. Y como no, si los
ricos lo pasan muy, pero muy bien.
La educación y con ella la consciencia, nos hace
peligrosos, cuando nos organizamos muchos, estos muchos oprimidos, para cambiar
radicalmente nuestras vidas y decidimos efectivamente vivirlas, ser
protagonistas y no actores secundarios. Nos acercamos peligrosamente a la
revolución. De las ideas a las prácticas (praxis), hasta que de una surge
generosamente la otra, siempre con mejoras y aportes, la coherencia entre lo
que digo y lo que hago, haciendo de estos comportamientos permanentes,
hasta convertirlo en habito como diría el Camarada Lenin "No hay teoría revolucionaria, sin práctica revolucionaria y viceversa".
La burguesía siempre ha utilizado y manipulado
grotescamente la educación para dominarnos, domesticarnos y hacernos serviles a
sus intereses. Debemos asumir como tarea, utilizar las herramientas que nos son
tan propias como la educación popular, para construir todas las alternativas necesarias
para nuestros niños/as, jóvenes y adultos, para visualizar las aberraciones de
la sociedad burguesa, que se disfrazan de consumo, publicidad, farándula, delincuencia, endeudamiento, etc.
La invitación es simple compañeros, hagámonos cada día
más peligrosos para el sistema, para nuestros enemigos de clase.
Hagamos de la formación y la práctica, nuestro que
hacer permanente hasta hacerlo un hábito, luchemos por hacer la revolución día
a día, ganémosle segundos y minutos a la bestia del capital, que nos agota con
jornadas laborales extensas, inestabilidad laboral y sueldos de mierda.
Hasta que seamos las grandes masas de oprimidos, los
que conscientes luchemos por nuestra libertad y ser dueños de nuestra
realidad y del futuro para las generaciones que vendrán y no tengamos que
heredarles una realidad indigna y miserable. Sino que una infinitamente mejor,
la nueva sociedad, que construiremos todos y no unos pocos.
20 máximas
freireanas y una reflexión permanente de Paulo Freire
1. Es necesario
desarrollar una pedagogía de la pregunta. Siempre estamos escuchando una
pedagogía de la respuesta. Los profesores contestan a preguntas que los alumnos
no han hecho.
2. Una visión de la alfabetización que va más allá del ba, be, bi, bo, bu, porque implica una comprensión crítica de la realidad social, política y económica en la que está el alfabetizando.
3. Enseñar exige respeto a los saberes de los educandos.
4. Enseñar exige la corporización de las palabras por el ejemplo.
5. Enseñar exige respeto a la autonomía del ser del educando.
6. Enseñar exige seguridad, capacidad profesional y generosidad.
7. Enseñar exige saber escuchar.
8. Nadie es, si se prohibe que otros sean.
9.La Pedagogía
del oprimido deja de ser del oprimido, y pasa a ser la pedagogía de los hombres
en proceso de permanente liberación.
10. No hay palabra verdadera que no sea unión inquebrantable entre acción y reflexión.
11. Decir la palabra verdadera es transformar el mundo.
12. Decir que los hombres son personas y como personas son libres y no hacer nada para lograr concretamente que esta afirmación sea objetiva, es una farsa.
13. El hombre es hombre y el mundo es mundo. En la medida en que ambos se encuentran en una relación permanente, el hombre, transformando al mundo, sufre los efectos de su propia transformación.
14. El estudio no se mide por el número de páginas leídas en una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas.
15. Sólo educadores autoritarios niegan la solidaridad entre el acto de educar y el acto de ser educados por los educandos.
16. Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros ignoramos algo. Por eso, aprendemos siempre.
17. La cultura no es atributo exclusivo de la burguesía. Los llamados «ignorantes» son hombres y mujeres cultos a los que se les ha negado el derecho de expresarse y, por ello, son sometidos a vivir en una «cultura del silencio».
18. Alfabetizarse no es aprender a repetir palabras, sino a decir su palabra.
19. Defendemos el proceso revolucionario como una acción cultural dialogada, conjuntamente con el acceso al poder en un esfuerzo serio y profundo de concientización.
20. La ciencia y la tecnología en la sociedad revolucionaria, deben estar al servicio de la liberación permanente, dela HUMANIZACION del hombre.
2. Una visión de la alfabetización que va más allá del ba, be, bi, bo, bu, porque implica una comprensión crítica de la realidad social, política y económica en la que está el alfabetizando.
3. Enseñar exige respeto a los saberes de los educandos.
4. Enseñar exige la corporización de las palabras por el ejemplo.
5. Enseñar exige respeto a la autonomía del ser del educando.
6. Enseñar exige seguridad, capacidad profesional y generosidad.
7. Enseñar exige saber escuchar.
8. Nadie es, si se prohibe que otros sean.
9.
10. No hay palabra verdadera que no sea unión inquebrantable entre acción y reflexión.
11. Decir la palabra verdadera es transformar el mundo.
12. Decir que los hombres son personas y como personas son libres y no hacer nada para lograr concretamente que esta afirmación sea objetiva, es una farsa.
13. El hombre es hombre y el mundo es mundo. En la medida en que ambos se encuentran en una relación permanente, el hombre, transformando al mundo, sufre los efectos de su propia transformación.
14. El estudio no se mide por el número de páginas leídas en una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas.
15. Sólo educadores autoritarios niegan la solidaridad entre el acto de educar y el acto de ser educados por los educandos.
16. Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros ignoramos algo. Por eso, aprendemos siempre.
17. La cultura no es atributo exclusivo de la burguesía. Los llamados «ignorantes» son hombres y mujeres cultos a los que se les ha negado el derecho de expresarse y, por ello, son sometidos a vivir en una «cultura del silencio».
18. Alfabetizarse no es aprender a repetir palabras, sino a decir su palabra.
19. Defendemos el proceso revolucionario como una acción cultural dialogada, conjuntamente con el acceso al poder en un esfuerzo serio y profundo de concientización.
20. La ciencia y la tecnología en la sociedad revolucionaria, deben estar al servicio de la liberación permanente, de
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