Luchando por la Revolución Socialista.

viernes, 7 de diciembre de 2012

¿La Madre de todas las causas?


Primera parte del articulo enviado por uno de nuestros compañeros en su paso por las calles de Cisjordania, donde generosamente comparte la experiencia como hermano latinoamericano, nacido en México. Contextualizando esta lejana físicamente pero a la vez cercana realidad, sufrir, lucha y resistencia del heroico pueblo Palestino agredido y oprimido por e Estado genocida Israel, este artículo sera publicado en dos partes dando comienzo con la primera de ellas.

Hace un par de años, el presidente de la República Islámica de Irán emitió una enigmática declaración ideológica donde designaba a la lucha contra la ocupación de los Territorios palestinos por el Estado israelí, como la Madre de todas las causas. Esa noción no apareció ahí por vez primera, y como asiduos de las corrientes libertarias, estamos familiarizados con la defensa de la dignidad del pueblo palestino.  Mi nombre es Víctor y soy mexicano, latinoamericano, por lo tanto. Recientemente realicé un recorrido por ciertas ciudades de Cisjordania, enclave palestino  más importante, hogar predominante del movimiento de resistencia Al Fatah, actualmente en poder de la Autoridad Nacional Palestina.
Primero que nada, he de aclarar que contrario a la expectativa que pudiera generarse, no fue una travesía riesgosa, el primer y más importante dato contextual es que en Palestina, igual que en cualquier otro Estado (oprimido u opresor), se vive. Las poblaciones tienen un ritmo pausado, con evidente desgaste, pero se come, se va a la escuela, se compra, se profesa en general la economía de libre mercado (nacionalista, indudablemente), y la aplastante minoría de los aspectos diarios en la vida de las personas gira entorno al conflicto.  Si bien eso beneficia los tintes anímicos de las rutinas diarias, no puedo decir lo mismo de las implicaciones negativas para el progreso y desarrollo, tanto económico como de todos las otras índoles (salud, educación, cultura, deporte) que la ocupación acarrea.
Por poner algunos ejemplos, pues claramente no intentamos enumerar infortunios, fijemos que en el territorio oficialmente designado como Palestina, el control del agua potable se encuentra bajo el control de las Fuerzas de la  Defensa de Israel (IDF). La cantidad de líquido que se destina a las poblaciones árabes y las colonias hebreas ilegales, se encuentra en una proporción de 1 a 13. En una casa musulmana promedio, el agua fluye por la tubería durante 4 horas cada Domingo. El resto de la semana, deberá sobrevivirse con lo que se pueda aglomerar en un reservorio durante el periodo de apertura. Normalmente, las familias no tienen agua a partir del Jueves.  En otro rubro, las carreteras que conectan las principales ciudades palestinas sufren retenes aleatorios, donde las IDF pueden detener el tráfico a discreción con el cometido de “monitorear actividad terrorista”, con lo que desaceleran el transporte de todos los bienes y servicios, con las resultantes consecuencias en la organización comercial del enclave.
Todo esto sin tomar en cuenta los daños humanos causados por las incursiones militares directas, o el perjuicio psicológico de considerar a sus familias en perpetuo estado de absoluta vulnerabilidad.
Para nosotros como observadores internacionales, las faltas no son sólo cotidianas, sino graves  y persistentes. En una visión general, establecemos rápidamente la necesidad de cooperación mundial para una pronta resolución.
Sin embargo, en el caso particular de esta moneda, existe otro lado que los pensadores de izquierda tienden a deleznar en repetición. La postura del ejército Israelí responde a fenómenos de confrontación directa que amenaza continuamente la seguridad de sus ciudadanos. Contemplaremos esa perspectiva en la siguiente parte.

Palestina libre!!
Palestina Resiste!!

ColectivoContraGolpe
Luchamos por la Revolución Socialista

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